¿COMPRAR PARA TIRAR?

Hoy en día una de las características que más influyen en nuestra sociedad es la obsolescencia
programada, la programación del fin de la vida útil de un producto.
 Por desgracia, a día de hoy, son pocos los artículos que no están "programados para morir", todos
somos testigos de como año tras año multitud de dispositivos evolucionan en la funcionalidad y no
en la vida útil del aparato.
Para las empresas la obsolescencia programada es beneficiosa porque sus ventas son más constantes,
aunque yo creo que si en vez de hacer un producto con una vida programada y tener más ventas,
optasen por un producto más duradero incrementarían el prestigio de la empresa y de esta manera
podrían aumentar el precio de cada producto lo cual sería un beneficio también.
Es cierto que la obsolescencia programada es diferente para unos productos que para otros, es decir,
si compramos un frigorífico pretendemos que nos dure el mayor tiempo posible pero si compramos
un móvil, en principio, no queremos que dure mucho para así poder comprar un modelo más nuevo
en un periodo relativamente corto.

En definitiva y, en mi opinión, creo que con la obsolescencia programada no se aprovechan al máximo
los recursos disponibles y, por lo tanto, se produce un derroche de ellos. Además me parece una
práctica poco ética. Malgastar de esa forma los recursos me parece no solo un delito sino un acto
inhumano, sobre todo para las generaciones futuras.
A las cuales vamos a dejarles un mundo con apenas recursos y con contaminación.
Pero eso a las multinacionales no les importa. Sinceramente, creo que aunque el objetivo principal
de cualquier empresa sea incrementar sus beneficios, hay unos principios éticos que deben respetarse,
como el no programar un producto para que se estropee al poco tiempo aun habiéndolo cuidado como
a un hijo. No puedo imaginarme nuestra sociedad si la obsolescencia programada, sin tener que
comprar electrodomésticos o ropa con la frecuencia con la que lo hacemos; todo sería muy distinto.
Nuestro sistema de vida es insostenible y algún día dejará de estar sostenido artificialmente, ese
momento llegará con el agotamiento de algunos recursos como el petróleo, pero no nos daremos
cuenta hasta que ese día llegue.
Lo peor de todo esto es la utilización de los países tercermundistas como nuestro vertedero donde
dejamos toda la basura que nos sobra, por lo que ellos tienen que sufrir las consecuencias de nuestro
comprar, tirar, comprar.